No, apenada, no
sin fuerzas para llevar candela
como antes
abandono lo que tengo entre manos
y cambio de parecer
sin sentido
bien mirado
recapacito y digo otra vez
un descanso viene bien
en cualquier momento
me paro
respiro
miro atrás
a los lados
no al futuro
eso no
no vaya a ser
que me estropeen el plan
ya diseñado
eso, no
lo guardo para mí
para mi otro tanto
de secreto bien guardado
no vaya a ser
que le prendan fuego
y la ilusión se queme
en la llama encendida del avieso
que me paró el otro día
en la calle
sin avisar
¿hablé demasiado?
con contundencia
con acritud
con rabia contenida
con soberbia contra la soberbia
mencionada
debo pedir perdón
por hablar a destiempo
por decir lo que no esperaban
por no esperar el turno
de los que hablan cuando se lo piden
cuando debería estar callada
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