Puede que lluevan margaritas
probablemente lo vean mis ojos
que me mires con ternura
que saltes de alegría al verme
pero ya no jugaré al sí, no, sí, no, sí, no
No
me sacudo de los restos de corolas
que alfombran la entrada de mi casa
cuidado, no resbales
los pétalos mojados
con lágrimas y deshielo
forman una pista de patinaje
sin la edad adecuada
sin la habilidad aprendida
la mesura que nos falta
osado, te dirán
al pasar por el escenario
trabaja la piedra
por algo se empieza
amigo.
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